
¿Cuál es la importancia de los masajes?
Los masajes infantiles son más que caricias que le hacemos a nuestros bebés; son instancias y modos de relacionarse entre madres y padres con sus pequeños.
Durante los masajes, los bebés se relajan y comienzan a desarrollar un sentimiento de seguridad con sus madres o padres.
¿Cómo pueden influir los masajes en la relación que estamos construyendo en conjunto con nuestros bebés?
Durante el masaje, no solo le hacemos caricias que relajan a nuestro bebé, sino también le conversamos en una voz suave, estimulando así distintos sentidos como el tacto, la audición, y la visión a partir de una situación cariñosa y de amor.
Los masajes también pueden influir positivamente en los ritmos de sueño de los bebés, ya que les proporciona calma, regula sus estados corporales y aumentan los niveles de hormonas como la oxitocina y la serotonina, que influyen en la relajación y promoción de un vínculo afectivo.

¿Sabías que hacerle masajes a los bebés también influye positivamente en uno mismo?
Esta es una instancia de calma que todos los padres y madres podemos aprovechar y beneficiarnos de.
Por el nivel de relajación en el que se encuentra el bebé, y tomando en cuenta de que la mayoría de los bebés responden bien a los masajes, ayuda a aumentar los niveles de autoestima personal y nos da mayor seguridad sobre nuestras habilidades de crianza.
¿Cómo hacer un masaje?
- Coloca a tu bebé recostado en su espalda, mirando hacia ti en una cama, colchoneta, o cualquier superficie blanda.
- Comienza poniendo tus manos sobre el tronco del bebé y mantenlas ahí por unos segundos. De esta forma, el bebé se acostumbrará a tu tacto y, en la medida en que vaya creciendo, reconocerá esto como el inicio del masaje.
- Para masajear las extremidades inferiores, como las piernas y pies, primero debemos comenzar por una, y una vez terminado, comenzar con la otra.
- Sujeta la pierna de tu bebé por la parte superior del muslo, poniendo la mano en forma de C. Luego ejerces una pequeña presión y deslizas tu mano suavemente hasta llegar a su tobillo. Repite esto una mano tras la otra (Podemos repetir esto cuantas veces queramos, solo recuerda siempre hacer de arriba hacia abajo).
- Para la planta de los pies, utilizaremos nuestro dedo pulgar, y lo pasaremos desde el tobillo hasta los dedos de los pies ejerciendo un poco de presión.
- Los deditos de los pies también se pueden masajear; desde el más pequeño hasta el dedo gordo debemos hacer una suave torsión desde la parte inferior del dedo hasta la yema.
- Para masajear el muslo, debemos hacer lo mismo que en el ejercicio Nº1 pero en sentido contrario; esto significa que tomamos la pierna de nuestro bebé con nuestras manos en forma de C, y nos iremos deslizando ejerciendo un poco de presión desde el tobillo hasta la ingle, una mano tras otra.
Para las extremidades superiores:
- En el caso del abdomen, el masaje debe ser muy suave, poniendo nuestras manos en posición horizontal y dependiendo una tras la otra, desde la parte alta del abdomen hasta el ombligo.
- Luego, deslizaremos nuestras manos suavemente desde el ombligo hacia los costados, como si estuvieras abriendo un libro.
- Para la espalda, haremos el mismo masaje que le hemos hecho a nuestro bebé para su abdomen, y al ponerlo boca abajo, estaremos contribuyendo al fortalecimiento de la musculatura de su cuello.
- Terminen el masaje con un abrazo y un beso, agradeciendo el lindo momento que compartieron.
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